Pieza
San Bartolomé
González, Miguel
Fines del siglo XVII-principios del siglo XVIII
Concha, óleo, madera y nácar



San Bartolomé
INAH-Museo Nacional del Virreinato

Esta tabla corresponde al sexto artículo del Credo, atribuido a san Bartolomé: “Subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios padre todo poderoso”. De ahí que la escena principal muestre la ascensión de Cristo y la secundaria, que aparece a la derecha del espectador, a la Santísima Trinidad en el Cielo.

En la escena principal, la figura de Cristo ascendiendo a los cielos constituye el eje de la composición en torno al cual se distribuyen, a izquierda y derecha, los doce apóstoles y María. Se advierte el protagonismo de Pedro y la Virgen, dispuestos en primer plano respectivamente a izquierda y derecha del espectador. Ahora bien, González se esmeró en la representación de todos los rostros, cuyos rasgos y expresiones están individualizados —lo que no siempre ocurre en las pinturas “enconchadas”. Asimismo, el brillo del nácar es notable en las vestiduras de todos los personajes, pintadas en distintos tonos de verde, rojo y gris. Estas pinturas suelen hacer un uso enfático de la línea y la obra que nos ocupa no es la excepción, pues los pliegues de las ropas se sugieren con gruesos trazos oscuros.

También la escena secundaria muestra un trabajo cuidadoso. En esta parte de la obra se aprecia un grupo numeroso de hombres que se arrodilla ante la Trinidad. Los personajes se hallan en un paisaje urbano que incluye una iglesia. A sus pies hay una corona papal y otra real, símbolos de las jerarquías eclesiásticas y civiles. (1) Todos los hombres muestran una actitud piadosa y la mayoría dirige la mirada a la Trinidad. Los personajes destacan por los colores brillantes de sus vestiduras, que contrastan con la sencillez del fondo abocetado, carente de incrustaciones de concha. Esta sencillez facilita que el espectador se concentre en la escena religiosa, a lo que también contribuye la destacada luminosidad de las vestiduras de Dios Padre.

La serie posee ricos marcos “enconchados” exentos, lo que permite afirmar que se trató de un encargo importante; de ahí el despliegue de recursos —luminosidad, riqueza ornamental, uso de la línea— asociados al éxito de las pinturas “enconchadas”.

Sonia Irene Ocaña Ruiz

Cuadro con marco también decorado y con incrustaciones de concha. La serie complete consta de doce tablas, seis de las cuales pertenecen al Patrimonio Artístico del Banco Nacional de México desde 1971. (2) Esta es la sexta tabla de la serie.

En 1931 Manuel Romero de Terreros informó de la existencia de la serie de doce tablas en la iglesia de Santa Isabel Tola, cercana a la población de la villa de Guadalupe. El autor basó su comentario en información del profesor Antonio Cortés. (3)

(1) Marta Dujovne, Las pinturas con incrustaciones de nácar, México, UNAM, Instituto de Investigaciones Estéticas, 1984, p. 37.

(2) José de Santiago, Algunas consideraciones sobre las pinturas enconchadas del Museo Nacional de Historia, México, INAH, 1976, p. 11.

(3) Manuel Romero de Terreros, “Miguel González”, en Contemporáneos, núm. 35, abril de 1931, pp. 83-84.

Ocaña Ruiz, Sonia I., “Nuevas reflexiones sobre las pinturas incrustadas de concha y el trabajo de Juan y Miguel González”, en Anales, México, UNAM, Instituto de Investigaciones Estéticas, Vol. XXXV, 102, Primavera 2013, pp. 125-176.

Sn Bartolome / Subio a los Cielos / y esta sentado a la / diestra de dios pa / dre todopodero / so.

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