Opinión de un experto
El juego de pelota

Uno de los aspectos más importantes de Malpasito es el conjunto del Juego de Pelota, una práctica ampliamente difundida en la región sureste de Tabasco y el noroeste de Chiapas (con una presencia significativa de este tipo de construcciones en sitios del Clásico Tardío).

El Juego de Pelota de Malpasito es el primero en ser explorado y conservado en la región. Destaca por el tamaño y complejidad del equipamiento arquitectónico, que lo convierten en un ejemplo de la tendencia de cambio entre las canchas abiertas y las cerradas; las primeras debieron tener, en sus inicios, fines recreativos, en tanto que las segundas surgieron con evidentes connotaciones ideológicas en el Clásico Tardío (600-900).

El Juego de Pelota consta de cuatro estructuras rectangulares y una esclainata de acceso que delimitan una cancha a desnivel en forma de "T", cerrada en el extremo oeste y abierta en el este. Mide 34 m de longitud por 6.4m de ancho entre las estructuras paralelas y casi 18 m por 4 m en el área del cabezal. Los accesos a la cancha se realizan por tres escalinatas: desde la Plaza Principal y desde los edificios 22 y 21. Esta última es de menor tamaño que las otras y fue diseñada para el acceso de menos personas. Cuenta con una red de drenaje localizada entre 10 y 20 cm por debajo del nivel de la cancha, construido con rocas areniscas que delimitan un ducto de sección rectangular. Cada uno de los ramales de este drenaje se introduce por debajo de los edificios 18 y 22, así como en la escalinata suroeste, con desnivel en dirección este.

En la cima del edificio 18 se localizó una construcción utilizada por los antiguos pobladores como baño de vapor. Se trata de un recinto subterráneo de planta rectangular (de 11.4 m de longitud por 3.8 m de ancho y 1.92 m de profundidad máxima), con una escalinata de acceso ubicada en la parte oeste, un cuarto de vapor al centro provista con bancas laterales y una cámara de combustión en el extremo este; en el interior de dicha cámara se encendía el fuego necesario para producir vapor al arrojar agua sobre el muro este.

Las canchas representan el lugar donde se enfrentan las fuerzas del inframundo para asegurar la vida con el renacimiento de la vegetación después de la temporada de secas. A diferencia de otras canchas localizadas en la región, la de Malpasito presenta tres escenarios de carácter ceremonial. El primero es palpable en el Edificio 22, con una amplia escalinata que cierra el extremo noroeste de la cancha y da acceso a un espacio de 86 m2 en la cima de la construcción. Consideramos que, desde este espacio, el grupo de poder dirigía el desarrollo tanto de las ceremonias rituales previas como del propio Juego de Pelota. Por otra parte, los edificios 18 y 21 localizados en el costado sur y en la esquina noreste, respectivamente, funcionaron como escenarios rituales previos al juego.

Al respecto, es importante mencionar el análisis del proceso ritual realizado por Gerardo Cepeda Cárdenas. Con base en las fuentes históricas, el autor señala que las ceremonias previas al juego de pelota se iniciaban un día antes con un ritual de purificación por la mañana; en Malpasito el escenario de este ritual debió ser el baño de vapor localizado en el edificio 18. Posteriormente, pasado el mediodía, se iniciaba un ritual de velación, que incluía el aislamiento de los jugadores hasta el momento de iniciar el juego. Este ritual pudo realizarse en el Edificio 21, compuesto por dos cuartos y comunicado con el Edificio 22, a través de un patio lateral, y con la cancha por medio de una escalinata, la más estrecha de los tres accesos. Además, fue al interior de estos espacios donde se encontró la mayor cantidad de cerámica.

La importancia del Juego de Pelota en la región se refleja más allá de las edificaciones construidas para este fin. Es común encontrar petrograbados con representaciones de poblaciones, incluyendo diseños idénticos a las canchas en forma de "I". Los elementos hasta ahora son insuficientes para determinar la esencia de esta función ritual. Es probable que, al igual que en otros contextos mesoamericanos, el juego obedeciera a rituales propiciatorios de fertilidad y renacimiento de la vida, cuya complejidad estaría en función de la importancia social, política y económica de cada asentamiento.

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Juego de Pelota
2_BANO_DE_VAPOR
Baño de vapor


Cepeda Cárdenas, Gerardo, 1972, “Dos construcciones rituales del juego de pelota mesoamericano”, en Jaime Litvak y Noemí Castillo Tejero (eds.), Religión en Mesoamérica, XIII Mesa Redonda de la Sociedad Mexicana de Antropología, México, Sociedad Mexicana de Antropología.

Cuevas, Reyes, Francisco Apolinar, 1992, “Proyecto arqueológico Sierras Bajas de Tabasco”, en Boletín del Consejo de Arqueología, México, INAH.

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